Campestre Alfonso Jaramillo

La otra cara de Asterión

Por: Mariana páez

Desde mi desolada casa,donde nadie me visita, si no por el contrario todos evitan, hoy veo el radiante sol que se asoma en lo alto y me embarga una profunda tristeza, ¿Por qué nadie me quiere? Esto me hace aún más desear que mi redentor llegue pronto y me visite, sé que cuando él llegue voy a ser libre y tendré más compañía para poder finalmente ser feliz.

Quisiera que la gente no me tema y que no huyan de míde mi, ¿Cómo será el mundo afuera? Lo imagino lleno de luz y colores brillantes, con muchos mares y paisajes interminables, ¿Será igual de grande a mi casa ? Todo esto me lo he cuestionado toda mi vida y no tengo aún la respuesta, los nueve que llegan cada cierto tiempo no me contestan solo escapan de mi, los persigo para que me hablen y me respondan muchas preguntas, pero ellos con cara de terror solo corren….mi soledad, la oscuridad en la que vivo es tan grande que no he disfrutado la casa que tengo, sus patios sus pesebres aunque son muchos no les encuentro ninguna atracción, sería diferente si tuviera una compañía y alguien con quien reír y recorrerlos con felicidad. Este fue uno más de mis días, la oscuridad llega y con ella el cansancio, espero que mañana mi destino cambie, que mi día de libertad y felicidad llegue.

Asterión. 

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